Todas las obligaciones y responsabilidades generan estrés, tanto físico como mental y emocional, se empieza a padecer de endurecimiento de músculos, de amargura y tedio ante todo, hasta que llega el agotamiento.

Siempre se necesita un tiempo para relajarse y descansar, lo cual no es fácil y sobre todo para una mujer porque al llegar a casa las obligaciones no desaparecen, pero se debe apartar un momento, unos minutos para la relajación propia, si no se hace la tensión aumenta y crea daños más grandes en la salud.

Aprender a relajarse en casa no es una tarea difícil, se necesita simplemente un tiempo aproximado de dos horas cuando mucho. Existen múltiples ejercicios y técnicas para la relajación, todos por supuesto con el mismo fin, que es liberar del estrés.

Los más comunes y efectivos son:

  • La respiración. Debe ser abdominal. Al llegar a casa, ponerse algo cómodo, sentarse en el sofá o acostarse si se prefiere, poner las piernas en alto para ayudar a que la sangre circule, llevar una mano al pecho y la otra al abdomen para sentir la respiración, sentir como la mano se levanta con cada inhalación, normalizando los latidos.
  • Infusiones relajantes. Para cuando se sienten las piernas pesadas, los pies hinchados, dolor de cabeza, lo mejor es una rica infusión preparada con hojas de menta, jengibre y hojas de lechuga, en agua hirviente. Dejarla reposar y luego disfrutar su efecto.
  • Relajación muscular progresiva (Jacobson). Es una técnica muy utilizada por psicólogos para reducir el estrés. Se realiza estando acostados en algún lugar tranquilo, con ropa cómoda, pero sin zapatos ni joyas, con una temperatura agradable, una luz tenue y si se quiere música relajante. Se inicia con la respiración abdominal ya mencionada inspirando por la nariz por cinco segundos, reteniendo en tres y exhalando en ocho, sintiendo el aire que entra y sale, repitiéndola cinco veces. La relajación se basa en la tensión y des-tensión de los músculos dividiéndolos en grupos y trabajándolos por parte. Se comienza por los pies, primero el derecho y luego el izquierdo, tensándolo y devolviéndolo a su posición inicial. Luego se hace con las piernas elevándolas un poco, sintiendo la tensión y luego relajándola en el suelo. Se pasa a los glúteos, apretando ambos al mismo tiempo, luego se hace con el estómago, los brazos (por separado igual que las piernas), los hombros elevándolos a la cabeza y hacia el centro, el cuello, estirándolo sin tocar el pecho, y se finaliza con los músculos faciales. Todas las tensiones se realizan por cinco o siete segundos con dos repeticiones.

Sobre El Autor

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.