Todas las mujeres queremos lucir radiantes, que nuestra piel se vea joven, tersa y sana. Diariamente vemos publicidad que habla sobre nuevas cremas diseñadas para evitar la aparición de arrugas o bien disminuir e incluso eliminar las existentes.
Ante la avalancha de productos puede surgir la duda sobre ¿Cuál es el momento adecuado para iniciar con los tratamientos o cremas antiarrugas? Por ello en este artículo daremos una visión objetiva a este tema.
Reconocidos dermatólogos señalan que la medicina más importante contra el envejecimiento de la piel es la prevención, la prevención significa en primer lugar proteger la piel del sol y en segundo lugar alejarse de malos hábitos como por ejemplo: fumar; estudios han demostrado que este mal hábito reduce la habilidad del cuerpo de producir colágeno.
Si se controlan las causas ambientales que producen el envejecimiento de la piel, es posible que la persona empiece a observar líneas finas en sus 30’s, la dilatación de los vasos sanguíneos, las arrugas profundas o la pérdida de elasticidad se observarán entre los 40 a los 50 años.
La recomendación de los expertos indica que lo principal antes de los 20 años es tener buenos hábitos de cuidado de la piel, ya que la piel aún posee una excelente rotación y es capaz de regenerarse a sí misma. Las recomendaciones incluyen: protegerse del sol, realizar limpieza de impurezas y maquillaje, usar crema hidratante, así como cuidar la alimentación y el consumo de agua pura.
Entre los 25 y los 30 años es el momento oportuno para empezar a utilizar tratamientos antiarrugas, en especial si el tipo de piel es seca, otro componente de un tratamiento antiarrugas son las cremas de contorno de ojos, específicamente formuladas para mejorar la piel de esta zona.
Algunas empresas de cosméticos ofrecen tratamientos para la piel que incluyen: desmaquillantes, geles limpiadores, tónicos astringentes y cremas hidratantes. Estas líneas de productos vienen formuladas para cada edad y tipo de piel, siempre hay que recordar que todo tratamiento externo debe acompañarse de buenos hábitos de vida; de esta forma se verán mejores y prolongados resultados.