Las Isoflavonas, nuestras aliadas durante la menopausia.
El interés por las isoflavonas de soja comenzó al observarse que las mujeres niponas y de otros países asiáticos acostumbran a tener una menopausia más tardía respecto de las mujeres occidentales, como menores trastornos y un menor índice de osteoporosis.
Se pensó que la nutrición, específicamente el consumo de soja, tiene una marcada repercusión en este hecho puesto que la soja es una fuente esencial de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos y también isoflavonas. La soja es un comestible muy presente en la dieta de los países orientales, en cambio prácticamente ausente en la dieta de los países occidentales. Si bien se conocía de antemano que los componentes de determinadas plantas presentaban efectos estrogénicos, no fue hasta mil novecientos cuarenta y seis que se generó la primera observación científica.
Una de las peculiaridades más interesantes de los fitoestrogénos normalmente y de las isoflavonas de soja particularmente es que en su forma original, esto es, tal como se hallan en la planta, son inactivas. Precisan de la acción enzimática de las bacterias intestinales para pasar a su forma activa y poder ser absorbidas.
Las isoflavonas de soja como influyen en la menopausia.
A lo largo de la menopausia, los efectos de las isoflavonas son útiles en: sofocos, riego cardiovascular, osteoporosis y atrofia genitourinaria. También, hay estudios que prueban que su consumo y concentrados de soja hace reducir el colesterol LDL (lo que conocemos como colesterol malo) y los triglicéridos al paso que aumenta el HDL (colesterol bueno), lo que se traduce en un menor peligro de enfermedades cardiacas y cardiovasculares. Además de esto, las isoflavonas de soja presentan una intensa actividad antioxidante (contrarrestando la actividad de los radicales libres). Asimismo una actividad antiagregante plaquetar al inhibir la síntesis de protombina en la placa aterosclerótica, una actividad protectora a nivel vascular.
Las Isoflavonas de soja y la osteoporosis
En lo que se refiere a la osteoporosis, se ha probado que las isoflavonas de soja tienen actividad in vitro sobre los osteoblastos y osteoclastos. Distintos estudios han argumentado que el consumo de estas aumenta la densidad ósea al reducir la reabsorción ósea que se acentúa a lo largo de la menopausia.
En el campo de la atrofia genitourinaria, las isoflavonas de soja tienen un efecto estrogénico positivísimo en la citología vaginal.
Como actúan las isoflavonas en nuestra salud.
1.-Reduce el colesterol malo y aumenta el colesterol bueno.
2.-Reduce el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares.
3.-Favorece la salud de los huesos, reduciendo la incidencia de la osteoporosis.
4.-Ayuda a reducir los síntomas propios de la menopausia.