Conoce las claves para tener tu corazón Sano

Tener un corazón sano es cuestión de cuidar y establecer unos buenos hábitos.

Consejos para cuidar el corazón

1. Evita el azúcar y todo lo refinado:

La introducción en la década de mil novecientos cincuenta de los azúcares refinados, la harina blanca y el arroz blanco es una de las causas del aumento de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.
En una investigación que examinó la dieta de más de cuarenta norteamericanos, los estudiosos de la agencia de salud estadounidense Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en sus iniciales en inglés) descubrieron que las personas que ingerían demasiado azúcar engordaban, lo que, por su parte, acrecentaba el peligro de enfermedad cardiovascular y muerte.

Ciertos estudiosos ya desechan la idea de que el LDL sea el colesterol que llamamos «malo». Aunque puede obstruir las arterias, lo hace para repararlas del deterioro ocasionado por la inflamación, la que se genera como contestación al agobio fisiológico que provoca el exceso de azúcar en los comestibles procesados.
Deshazte de todos y cada uno de los comestibles procesados y blancos (como el pan blanco o bien el arroz blanco) y sustitúyelos por comestibles ecológicos y cocinados por ti desde su estado original.

Estate atento para descubrir los azúcares que se esconden en los comestibles, como la dextrosa y la malta de cebada, que no son más que azúcar con otros nombres.

2. Presta atención y Descubre las falsas grasas:

-La mayor parte de comestibles procesados contiene grasas parcialmente hidrogenadas, que son artificiales. A lo largo de la hidrogenación, un proceso que nació en mil novecientos doce, se calientan los aceites a muy elevada temperatura y después se «fuerza» al hidrógeno a que se combine con ellos. En el proceso se generan ácidos grasos trans artificiales (AGT), ciertos cuales son enormemente tóxicos.

-El estudioso George V. Mann asegura que dañan los receptores de lipoproteínas de las células y también impiden que el organismo procese bien el colesterol LDL. Las células reduplican entonces la síntesis de colesterol y los niveles en sangre aumentan.

-Evita las grasas parcialmente hidrogenadas de los comestibles procesados (patatas fritas, bollería, galletas…) y de las margarinas, salvo que detallen que no las poseen. En su sitio, opta por los aceites de oliva, lino o bien coco.

3. No consumir quesos ni carnes procesadas:

Los fosfatos que se agregan a los quesos derretidos –y a los refrescos de cola– estimulan la producción del factor de desarrollo de fibroblastos veintitres (FGF23), una hormona producida por el hueso y que controla los niveles de sodio y calcio del organismo. Cuando los niveles de FGF23 son altos, los riñones absorben más calcio, lo que provoca el endurecimiento o bien calcificación de las arterias.

Acarrean asimismo altos niveles de sodio y también insuficiencia nefrítico crónica, conforme estudiosos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).
Se ha establecido un vínculo entre las carnes procesadas y la insuficiencia cardiaca, singularmente en los hombres: por cada cincuenta g de carne procesada ingerida día a día, el peligro de muerte por insuficiencia cardiaca aumenta en un treinta y ocho por ciento .
Abandona el jamón, el bacon, el salami y otras carnes procesadas; como los quesos procesados y los refrescos.

4. Controla el agobio crónico y el estrés:

Una enorme investigación internacional, el estudio Interheart, concluyó que «factores psicosociales» como un agobio intenso y prolongado multiplican un par de veces y media el peligro de infarto.
Como señalaba Marilyn Glenville en el libro Cuestión de cintura (Timun Pero, dos mil siete), los comestibles grasos o bien azucarados consumidos a lo largo de capítulos de agobio acostumbran a ir a parar a la cintura «pues está cerca del hígado, el sitio donde, si se precisa, más de manera rápida pueden convertirse en energía», mas asimismo es el sitio más peligroso para el corazón.

Todos padecemos agobio algunas veces, mas el que nos conduce a la enfermedad cardiovascular es el crónico que nos hace sentir impotentes y socialmente apartados.

Fomenta las relaciones de amistad y familiares. Busca actividades que reduzcan el agobio, como el deporte, la meditación, una terapia de relajación… y practícalas a diario.

5. No nutras la inflamación:

La inflamación es la contestación del organismo frente al agobio o bien una infección. En medicina, el término de agobio se refiere a cualquier «agresión» contra el organismo, como una mala dieta a base de comestibles procesados, la exposición a contaminantes ambientales, la ansiedad o bien la depresión.

De forma frecuente se aconseja una dieta antiinflamatoria que incluya semana a semana 2 o bien 3 raciones de salmón o bien sardinas, por su riqueza en ácidos grasos EPA y DHA. No obstante, el pescado no es preciso. Los vegetarianos pueden localizar estos nutrientes en suplementos logrados de microalgas o bien pueden conseguirlos desde el ácido alfalinolénico que se halla en las semillas y los aceites de lino y chía o bien en las nueces.

6. Observa tus niveles de cromo:

Tras estudiar a miles y miles de pacientes a lo largo de muchos años, el doctor británico Stephen Davies, descubrió que conforme los pacientes avejentan sus niveles de cromo descienden sin variación. No obstante, se precisan cantidades convenientes de este elemento a fin de que los receptores de insulina trabajen.

Por lo menos trece ensayos controlados han mostrado que acrecentar los niveles de cromo, bien en la dieta o bien con suplementos, hasta una cantidad diez veces mayor que la media de una dieta estándar reduce la resistencia a la insulina y normaliza los niveles de azúcar en la sangre.
Para solventarlo toma un suplemento de oligoelementos que contenga cien mcg de cromo.

7. Ten la Homocisteína bajo control:

Este aminoácido es producto de la descomposición de las proteínas que tiene sitio de forma normal en el organismo, mas se transforma en un inconveniente cuando se encuentra en demasía y también interacciona con el colesterol y los triglicéridos.
Cerciórate de que la dieta te da los nutrientes esenciales para sostener los niveles convenientes de homocisteína: vitaminas del conjunto B (en legumbres, cereales, frutos secos y semillas) y ácido fólico (en verduras de hoja verde).
Si descubres que tienes niveles altos de homocisteína, toma un complemento de vitaminas del conjunto B con un mínimo de 1 mg de metilfolato, cien mg de vitamina B6, cincuenta g de tiamina (B1) y cuatrocientos mcg de vitamina B12 (esta suplementación es indispensable si se prosigue una dieta vegana).

7. Que la boca no dañe tu corazón:

En la Capacitad de Odontología de la Universidad Nacional de la ciudad de Seúl (Corea del S.) se encontró que las personas que padecen periodontitis (inflamación y también infección de las encías y los tendones y huesos que sirven de soporte a los dientes) tienen una probabilidad 4 veces mayor de padecer un infarto.

Las enfermedades periodontales se han vinculado asimismo al endurecimiento y estrechamiento de las arterias. Las enfermedades periodontales y las cardiovasculares son las dos favorecidas por los déficits de nutrientes como la coenzima Q10, que dota a las membranas celulares de mayor resistencia en frente de la oxidación. Abunda en el corazón, debido eminentemente a la gran demanda energética de las células cardiacas. Hazte una limpieza bucal cada 6 meses por lo menos.

9. Práctica el ejercicio físico:

Cuando no se practica suficiente ejercicio se estropea la capacidad del cuerpo para regular el azúcar. Estudiosos de la ciudad de Boston encontraron que un corto tiempo de ejercicio es suficiente para que aumente la tasa de absorción de glucosa de los músculos implicados.
Haz por lo menos veinte minutos de ejercicio día a día y aumenta este tiempo gradualmente. Lo mejor es un simple camino a gran ritmo. Y recuerda que es mejor subir escaleras que tomar el elevador, y caminar o bien ir bici, mejor que ir en vehículo o bien autobús.

10. La dieta cardiosaludable:

Los vegetales ecológicos, de temporada, locales y poco transformados deben formar el grueso de la dieta. Están libres de pesticidas tóxicos y son ricos en miles y miles de substancias con efecto ventajoso (antioxidantes, antinflamatorios, etc).

-El yoga, el taichí y otras técnicas psicofísicas, practicadas diariamente, reducen los efectos de las hormonas del agobio (cortisol y adrenalina) y bajan la presión arterial, lo que reduce las probabilidades de enfermar.

-Toma el sol para sintetizar vitamina liposoluble de tipo D, que previene todo género de trastornos, incluyendo los cardiacos. Evita las horas centrales del día y toma betacaroteno (en comestibles de color naranja) para resguardar la piel.

-Emociones positivas como el optimismo y la esplendidez asisten a superar el agobio y disminuyen sus consecuencias. Sentirse satisfecho con el trabajo y servir a el resto asimismo son factores protectores.

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