Cómo evitar la retención de líquidos

La retención de líquidos tiene lugar cuando éstos se acumulan en el interior del cuerpo, se le conoce también como retención de agua o edema.

La retención de líquidos se produce en el sistema circulatorio, en los tejidos o cavidades del cuerpo. Esta retención se ve manifestada por hinchazón en las manos, los pies, los tobillos o las piernas.

Las razones que originan este padecimiento pueden ser variadas, en el caso de las mujeres es común que durante el período menstrual o el embarazo se experimente la retención de agua.

Cuando una persona es inactiva, pasa mucho tiempo sentada o acostada, ya sea por un vuelo largo o bien por un padecimiento de salud es posible que manifieste los síntomas de la retención de líquidos.

Es importante hacer notar que la retención de líquidos puede estar relacionada con padecimientos de gravedad que deben ser tratados por un médico, entre estos se encuentran: enfermedades renales e insuficiencia cardiaca. Por ello es importante que se busque ayuda médica a fin de determinar el origen de la retención de líquidos.

Si la persona no padece la retención de líquidos por ninguna enfermedad grave, puede seguir algunos consejos que le ayudarán a evitarla.

1. Consume menos sal y menos productos altos en sodio
2. Incrementa el consumo de alimentos ricos en magnesio, 200 mg por día pueden ser benéficos para las mujeres que se encuentran en el período menstrual, buenas fuentes de magnesio son las nueces, los granos enteros y los vegetales de hojas verdes.
3. Agregua Vitamina B6 a su dieta se ha demostrado que actúa ayudando a evitar la retención de líquidos, puede consumir alimentos como plátanos, patatas, nueces y carne.
4. Potasio: este mineral interviene en muchas funciones importantes en el organismo, ayuda a disminuir los niveles de sodio y elevar la producción de orina, se encuentra en  los aguacates, plátanos y tomates.

Son muchos los consejos que pueden seguirse para evitar la retención de líquidos algunos más indican que es importante moverse, beber más agua, disminuir el consumo de carbohidratos refinados o consumir alimentos con efecto diurético como: la piña, el jugo de arándano, cola de caballo, diente de león o perejil.